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Aunque la hormona se vista de seda...

Fermín, un boticario algo apocado, acaba de plantar en el altar a una mujer por tercera vez. Sospecha que alguna de sus hormonas no funciona bien y cuando se dispone a acabar con su vida aparece Bienvenido, hombre polivalente, que de modo amigable hace ver a Fermín que lo que padece es un trauma infantil.
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