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El fin de todas las cosas

Después de la muerte de sus padres, Victoria termina al cuidado de un pariente lejano, una mujer estricta que está convencida de que el comportamiento errático y la apariencia enfermiza de la niña pueden corregirse con tratamientos tradicionales y una asistencia regular a la iglesia. Pero Victoria no mejora, y las mejillas de la mujer comienzan a doler. Y cuanto más frecuentes son las visitas de Victoria al cobertizo del jardín, peor se pone su dolor.
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