6.2

Rastro oculto

El FBI cuenta con un departamento encargado de delitos cibernéticos que se dedica únicamente a investigar y perseguir a los delincuentes que actúan en Internet. En Portland, la agente especial Jennifer Marsh (Diane Lane) tiene que resolver un caso sin precedentes: un depredador cibernético cuelga torturas y asesinatos en una sofisticada página web que, al no dejar rastro, no puede ser desconectada. El destino de sus víctimas depende del público: cuantas más visitas registre la página web, más deprisa morirán. Cuando el juego del gato y el ratón se convierte en algo personal, Jennifer y su equipo deberán lanzarse a una carrera contrarreloj para encontrar al asesino.
Compartir:
 
 
 
 

Comentario

Nunca compartiremos su correo electrónico con nadie más.