5.6

Saint-Narcisse

El fetiche de Dominic es... él mismo. Nada le excita más que su reflejo. Por eso, descubrir que tiene un hermano gemelo, criado en un monasterio remoto por un sacerdote depravado, le causa una gran turbación. El destino vuelve a juntar a los dos jóvenes, y su relación fraternal se retuerce entre el sexo, la venganza y la redención.
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